12.30.2011
11.17.2011
I asked God -Poem
God said, No.
It is not for me to take away,
but for you to give it up.
I asked God to make my handicapped child whole.
10.10.2011
¡No hieran aún más al Sagrado Corazón de Mi Hijo!
Jesús dice que los sacerdotes deben colocar la Hostia en la boca de los fieles arrodillados.
¡No entregar la Eucaristía en la mano!
El Señor Jesucristo nos dice: “Yo soy el pan vivo que descendió del Cielo. Quien come de este pan, vivirá para siempre. El pan que Yo les daré es mi carne para la vida del mundo.(…) Si no comiereis la carne del Hijo del Hombre y no bebiereis Su Sangre, no tendréis vida en vos. Quien come Mi carne y bebe Mi sangre tendrá vida Eterna y Yo le resucitaré en el último día. Porque Mi carne es verdaderamente comida y Mi sangre es verdaderamente bebida. Quien come Mi carne y bebe Mi sangre permanece en Mí y Yo en él. Quien come de este pan vivirá eternamente” (Jn 6, 51, 53-56, 58).
Hasta la reforma del siglo XVI (1507), los cristianos creían en la Presencia Real de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento. Fueron los reformadores los que llevaron a mucha gente al error. Los abusos en la Iglesia, concedidos a las palabras de los reformadores, es que les dieron credibilidad. Muchos se unieron a las nuevas enseñanzas. En el transcurso de la Contra-Reforma, el Concilio de Trento confirmó lo que los cristianos creían desde siempre: Que “en el Sacramento de La Eucaristía, después de la consagración del pan y del vino, Nuestro Señor Jesucristo, como verdadero Dios y como verdadero hombre, Está real y substancialmente bajo las apariencias de las cosas visibles.”
Con la consagración durante el Sacrificio de la Misa, el sacerdote, en virtud de su misión Divina y su fuerza Divina, hace a Dios descender del Cielo sobre el altar. En la comunión que el sacerdote distribuye, se esconde humildemente en un pedazo de pan el Dios del Amor, para que podamos recibirle en nuestros corazones. En los tabernáculos de nuestras iglesias, el Señor vive entre nosotros, para que podamos ir a adorarle. ¿Cuál religión tiene un Dios más humilde y más dedicado, que ama mucho a sus creaturas y quiere estar tan cerca? El Antiguo Testamento nos habla de la gran humidad de Nuestro Señor: “Y he ahí que el Señor pasó y grande y fuerte viento rasgaba los montes y quebraba las rocas ante El, pero el Señor no estaba en el viento. Y después del viento vino un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto. Y después del terremoto vino un fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego vino una mansa y delicada…” (1Re 19, 11-13)
En Belén, El nació bajo los cuidados de personas simples y pobres en un mundo estable y su cuna fue un pesebre. Durante treinta años el Señor vivió oculto en medio del pueblo, como un ser humano común. Después empezó el período de su ministerio público. El dijo para nosotros: “Venid a Mí todos los que estáis cansados y oprimidos, Yo os aliviaré. Aceptad Mi yugo sobre vosotros y aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas.” (Mt 11, 28-30)
Finalmente, se entregó a las torturas de las calumnias y de asesinato por amor. La mayor prueba de su amor y humildad, debe ser encontrada en el Santo Sacrificio de la Misa y en el Santísimo Sacramento. En cada Santa Misa, El se sacrifica en nuestros altares, por nosotros, pobres pecadores. En la comunión El se da a nosotros en forma de pan y en el tabernáculo, El está en espera de que nosotros le vengamos a visitar.
El Santo sacrificio es la piedra angular de la Iglesia y el Santísimo Sacramento, es el corazón de nuestra Santa Religión. No hay nada mayor, maravilloso y sagrado en este mundo, que esa prueba mayor de amor de Jesucristo.
Hoy los laicos tocan el cuerpo del Señor y distribuyen la comunión. Hoy las personas no dejan que sea dado ese regalo de Dios, pero están apoderándose, como si fuese algo común.
Anteriormente, todos los gestos de la fe, testimoniaban al Santísimo, la Presencia Real de Jesucristo y decían más que palabras. El Concilio de Trento enseñó lo que debería ser obvio: “Es apropiado tratar todas las cosas Sagradas, porque ese Sacrificio, es la cosa más Sagrada de todas las cosas Santas, en la Iglesia Católica, que el sacrificio sea ofrecido con dignidad y sea recibido con la debida reverencia, es utilizado por muchos siglos antes del canon sagrado…”
Hoy día, no oímos más esas palabras. Todo se está terminando. El laxismo y la indiferencia, determinan la Santa Misa, como si no supieran en lo que creen.
Jesús dice: “! Estoy tan verdaderamente en la Eucaristía, como lo estaba en la zarza ardiente! ¡Yo ordené a Moisés que se quitase las sandalias, antes de que él llegara más cerca! Poseído por el miedo y la reverencia, se descalzó. ¡Yo soy el amor en la Eucaristía y Yo soy DIOS! ¡Siempre! ¡Y las personas se están acercando a Mí sin ningún respeto!”
Dios dice: “¡Si Yo soy Padre, entonces Yo soy Dios! Y como tal exijo ser respetado en Mi Sacramento de Amor, que es burlado y ridiculizado!”
Jesús dice:” ¡Con la comunión en la mano Me han hecho caer en desgracia! ¡Esta irreverencia hace Mi corazón sangrar! ¡Fueron diablos disfrazados con piel de oveja, los que cambiaron en Mi Iglesia todo eso!”
Nota: ¡Jesús condenó con gran severidad la comunión en la mano, recibida de pie, porque nadie puede tocar Su Cuerpo Santo, excepto las manos consagradas de los sacerdotes!
En otros mensajes, la Madre de dios habla sobre la profanación del cuerpo de su Hijo: “¡La Iglesia no puede permitir que los laicos distribuyan la Santa Comunión! Esto causa dolor al Santo Padre (el Papa). El Santo Padre es responsable de la Iglesia en todo el mundo.”
Jesús dice: “! Yo, Jesucristo, comunico a Mis sacerdotes y obispos: Las mujeres no tienen acceso al altar (durante la santa Misa), los ministros ordenados (obispos y sacerdotes), no deben sentarse durante la Comunión, pero deben distribuir Mi Cuerpo!!! ¡Y no mujeres y laicos!!! ¡Solamente Mis siervos (sacerdotes) pueden abrir el tabernáculo y llevar el cáliz con Mi Cuerpo y no una persona laica! Mis siervos, estén vigilantes, porque Satán siega mucho hoy. ¡Por este hecho, que sucede hoy en cultos tan malos, Mi corazón está herido terriblemente! Cada siervo (sacerdote y obispo) y cada persona que vive en la Tierra, serán responsables ante el Tribunal de Dios, por todo eso. ¡Entonces, Dios Padre, Yo el Hijo y el Espíritu Santo, vamos a bendecir a aquellos que obedecieron a Mí y a Mi Madre! Estén unidos con la Santa Iglesia y recen por Mis siervos (sacerdotes y obispos), para que distribuyan Mi cuerpo, solamente de rodillas, en la boca y no permitan que los laicos asistan la Comunión. Solamente el sacerdote es ordenado y Yo, Jesucristo, estoy con él cuando distribuye Mi cuerpo y Mi Madre, también está presente.”
Virgen María: “! Pido en Nombre de Mi Hijo, que en sus Iglesias, solamente los sacerdotes y diáconos que están prontos a ser ordenados, puedan distribuir la Santa Comunión! ¡No hieran aún más al Sagrado Corazón de Mi Hijo!¡Cada sacerdote es responsable delante de Mi Hijo! Algunos sacerdotes se quedan sentados confortablemente en sus asientos y dejan a los laicos distribuir el Santo Cuerpo de Mi Hijo. ¡Los sacerdotes deben ofrecer el Cuerpo de Mi Hijo, a los fieles arrodillados y en la boca! No deben seguir la moda de Occidente, porque Satán está de moda y quiere causar confusión en la Iglesia. Recen, hijos Míos, para que esta moda no sea introducida aquí. Hay ministros (sacerdotes) que aman a Mi Hijo y me aman a Mí e infelizmente a los sacerdotes modernos también.”
Jesús dice: “! Los laicos no pueden distribuir Mi cuerpo, porque los laicos no son dignos de recibir Mi cuerpo en sus manos! Una vez más les digo: ¡Solamente los sacerdotes pueden distribuir la Sagrada Comunión!”
“! No debe haber laicos con acceso al cáliz! (Ningún ayudante de la Comunión) Solamente la manos y la cabeza de Mis siervos (sacerdotes) son ungidas!”
“Comuniquen: ¡Los laicos (hombres y mujeres) no pueden distribuir Mi cuerpo a los fieles! Un laico no está autorizado a ofrecer Mi cuerpo, porque esto es irresponsabilidad del sacerdote!”
¡Hay de los obispos que obligan a los sacerdotes y fieles a la Comunión en la mano y de pie y emiten licencias para matar (aborto)! ¿Cómo quieren ellos quedar, ante el Tribunal de dios?
La adivinación no viene de Mí
La adivinación no viene de Mí
21 de Septiembre del 2011, a las 23:30 hrs.
Hija mía, este viaje se está intensificando para ti. Estás preparada, más de lo que nunca sabrás. No te asustes, pues tu misión ayudará a salvar a una gran parte de la humanidad. Tu misión ha sido profetizada y está dirigida desde el Cielo. Tú eres un instrumento. Yo soy tu Maestro.
Tendrás éxito en esta Santa tarea, pues no puede fracasar ni fracasará. Podrás sentirte, a ratos, muy abatida, sola y descorazonada. Acéptalo. Tu padecimiento Me trae almas preciosas en el momento de su muerte. Estas almas rezan ahora por ti. Alégrate, pues si pudieras ver el amor que ellas irradian por ti, llorarías de alegría.
Mis Santos en el Cielo te guían y te protegen del demonio, y por eso se te conceden muchos respiros, que te sorprenden y te alegran. Nunca dudes de esta obra. Esta es una de las mayores misiones de mi labor en la Tierra. Sé fuerte, valiente y confiada, pero debes permanecer humilde en todo momento. El escenario ya está listo. Los acontecimientos de los que hablé, se desarrollarán ahora. Cuando esto suceda, volverá también tu confianza, pues tendrás la prueba que necesitas. Sí, Satanás ha interrumpido esta labor en ocasiones. Yo lo he permitido, porque esto garantiza que permaneces humilde en todo momento.
No hagas público ningún dato. No preguntes cómo se presentará el futuro para las personas que te hacen peticiones. La adivinación no viene de Mí. El único futuro que yo revelo tiene que ver con el bien espiritual de Mis hijos. Agradece que te haya sido dado este regalo tan especial. A pesar de que tú nunca lo has deseado por voluntad propia, fuiste moldeada para esta tarea desde tu primer aliento y cumplirás Mi Santísima Palabra hasta el último.
Ve en Mi Nombre y ayúdame a salvar las almas de toda la humanidad, con amor y alegría en tu corazón.
Te amo, Mi preciosa hija. Estoy lleno de alegría por tu amor sincero por Mí y por Mi querida Madre.
10.05.2011
No recibas la Comunión en la mano
No subo este video por pura diversion o por ningun motivo propio, sino
por haber escuchado la voz de Mi Senor, diciendome "que ASCO el de haberme
tomado entre tus manos, que ASCO... " dije pero si siempre me percato de que mis manos esten limpias, me las lave, que paso no entiendo... y asi fue, no entendia hasta que empece a buscar el porque... ahora entiendo.. ya entiendo el porque a mi Senor no le agrado que yo recibiera la Hostia entre mis manos. Y es que a diario nosotros pecamos, somos pecadores, no somos dignos del cuerpo ni mucho menos tocarlo... por eso es preciso tomarlo solo en la boca...
Gracias Senor porque nos conduce hacia tus caminos correctos... Gracias!
Dios Bendiga a todos!
9.29.2011
Celebracion del dia de los Arcangeles San Miguel, San Gabriel & San Rafael: 29 de septiembre
|
|
Oración al Ángel de la Guarda
Ángel del Señor, que eres mi custodio,
Puesto que la Providencia soberana me encomendó a ti,
Ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname en este día.
Amén.
Ángel de la Guarda, dulce compañía
No me desampares, ni de noche ni de día,
hasta que me encuentre en los brazos de Jesús y de María.
9.27.2011
A Priests' Concern.
Decided to pause by the altar and see who had come to pray.
Just then the back door opened, A man came down the aisle,
The Priest frowned as he saw The man hadn't shaved in a
while. His shirt was shabby, old, and his coat was worn and frayed.
The man knelt, he bowed his head then rose and walked away.
In the days that followed, Each noon time came this chap.
Each time he knelt just for a moment, A lunch pail in his lap.
Well, the priest's suspicions grew, with robbery a main fear.
He decided to stop the man and ask him, "What are you doing here?"
The old man said he worked down the road. Lunch was half an hour.
Lunchtime was his prayer time For finding strength and power.
"I stay only moments, see, Because the factory is so far away.
As I kneel here talking to the Lord, This is what I say:
I JUST CAME AGAIN TO TELL YOU, LORD,
HOW HAPPY I'VE BEEN SINCE WE FOUND EACH OTHER'S FRIENDSHIP,
AND YOU TOOK AWAY MY SIN.
I DON'T KNOW MUCH OF HOW TO PRAY, BUT I THINK ABOUT YOU EVERYDAY.
SO, JESUS, THIS IS JIM, CHECKING IN TODAY."
The priest feeling foolish, Told Jim, that was fine.
He told the man he was welcome to come and pray just anytime.
Time to go, Jim smiled, and said "Thanks."
He sped to the door. The priest knelt at the altar,
He'd never done it before. His cold heart melted, warmed
with love, And met with Jesus there.
As the tears flowed, in his heart, He repeated old Jim's prayer:
HOW HAPPY I'VE BEEN, SINCE WE FOUND EACH OTHER'S FRIENDSHIP,
AND YOU TOOK AWAY MY SIN.
I DON'T KNOW MUCH OF HOW TO PRAY, BUT I THINK ABOUT YOU EVERYDAY.
SO, JESUS, THIS IS ME, CHECKING IN TODAY."
Past noon one day, the priest noticed that old Jim hadn't come.
As more days passed without Jim, He began to worry some.
At the factory, he asked about him, Learning he was ill.
The hospital staff was worried, but he'd given them a thrill.
The week that Jim was with them, brought changes in the ward.
His smiles, a joy contagious. Changed people, were his reward.
The head nurse couldn't understand Why Jim was so glad
When no flowers, calls or cards came, not a visitor he had.
The priest stayed by his bed, he voiced the nurse's concern:
No friends came to show they cared. He had nowhere to turn.
Looking surprised, old Jim spoke up and with a winsome smile;
"The nurse is wrong, she couldn't know, that in here all the while.
Everyday at noon, He's here, A dear friend of mine, you see,
He sits right down, takes my hand, Leans over and says to me:
'I JUST CAME AGAIN TO TELL YOU, JIM,
HOW HAPPY I HAVE BEEN, SINCE WE FOUND THIS FRIENDSHIP,
AND I TOOK AWAY YOUR SIN. I ALWAYS LOVE TO HEAR YOU PRAY,
AND I THINK ABOUT YOU EVERY DAY,
SO JIM, THIS IS JESUS, CHECKING IN TODAY.'"
9.26.2011
Fuerza para buscarte
9.06.2011
Puede un Catolico o Cristiano hacer Yoga?
NO, la respuesta es no, el yoga se asocia con ejercicios de relajación y cuidado del cuerpo. Pero en la práctica suele estar ligada a sus orígenes en la religión hindú. Se promociona como un método para aprender a vivir con mayor intensidad y alegría sin esfuerzo psicológico.Ofrece una vida mejor sin preocuparse de renunciar al pecado ni esforzarse por vivir según la moral cristiana.
La palabra "yoga" viene del sánscrito "yug" que significa "unir"; literalmente significa "unión con la divinidad". No se trata de unión con Dios, nuestro Padre, pues la religión hindú no reconoce un Dios personal sino al Braman, o Absoluto, que es energía impersonal. Según el hinduismo, el fin de todo yoga es la realización del absoluto uniéndose a Braman. La energía, según el hinduismo, lo invade todo y se manifiesta en muchos dioses. Uno de estos es el dios Chiva, deidad que juega un papel importante en la práctica del yoga.
El concepto de que todo es parte de una misma sustancia envolvente se conoce como "monismo". Referido a Dios, se llama panteísmo: "Dios es todo y todo es Dios". En consecuencia, todos los seres serían parte de la divinidad. Tanto el monismo como el panteísmo son teorías claramente contrarias a la fe católica.
¡Oh gente infiel! ¿No saben ustedes que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios. Santiago 4:4
El yoga aunque ha ganado terrno dentro de algunas iglesias que ofrecen clases de Yoga, porque se venden con la mentira de que son solo ejercicios de relajacion y estiramiento, es una disciplina totalmente anti-cristiana, asi que si ustedes ven ese tipo de irregularidad en sus parroquias o cualquier otro sitio, favor de informar a sus obispos y si ellos no escuchan envien u informe directamente a Roma a la congregacion para la Doctrina de la Fe. De este modo estaras defendiendo la iglesia de las herejias, para que ellos los investiguen, que este es un problema que esta creciendo y aun asi parece haber una tendencia a defenderlo como si fueran simple ejercicios de respiracion, meditacion, etc.
El yoga está vinculado con otra creencia hindú, la Reencarnación. Creen que el espíritu está atrapado en el cuerpo, por lo que buscan liberarlo para que pueda fusionarse con la energía que es dios. A esta fusión con la divinidad se le llama "samadi".
La liberación del espíritu se lograría alterando los estados de conciencia, para lo que es necesario la "meditación" y las posturas del cuerpo.
Tipos de yoga
Existen siete escuelas tradicionales de yoga, a saber: Raja Yoga, Karma Yoga, Jnana Yoga, Hatha Yoga, Laya Yoga o Kundalini Yoga, Bhakti Yoga y Mantra Yoga. Cada escuela emplea un método distinto para desenvolver los "chakras" pero todas pretenden llegar, mediante un vacío interior, conseguido a través de la alteración de los estados de la conciencia, a la realización de la propia divinización.
En el Hatha Yoga, uno de los más practicados en Occidente, los ejercicios físicos y las posturas están destinados a condicionar la mente y entonar el cuerpo para experimentar un estado alterado de conciencia. Los ejercicios respiratorios se usan para controlar el "prana", que, supuestamente, es la fuente de energía psíquica y el origen de todos los fenómenos extrasensoriales experimentados en los estados avanzados de las prácticas yoga. El prana se localizaría en los "chakras", los cuales lo regulan.
¿Yoga sólo como ejercicio?
Muchos cristianos dicen que utilizan el yoga exclusivamente para hacer ejercicio sin involucrarse en el aspecto pagano. A ellos responde el famoso Suami Vishnudevananda: "Mucha gente piensa que el Hatha Yoga es solamente un mero ejercicio físico. Pero en realidad, no hay diferencia entre el Hatha Yoga y el Raja Yoga (la disciplina ocultista de los hinduistas)".
La tradición cristiana toma en cuenta la importancia del cuerpo y de los sentidos en la oración, ya que somos cuerpo y alma y estos dos aspectos no se pueden desvincular. nuestra oración, nuestro silencio interior, nuestra contemplación, nuestra vida entera debe tener por centro a Cristo y no a nosotros mismos. Nuestra fe y vida gira en torno al Señor Jesús. Él es nuestro Camino, Verdad y Vida. Pero, ¿por qué optar por ejercicios que están asociados a prácticas idolátricas?
Es necesario estar bien atentos a que la esencia de la oración es unión con Dios, quien se ha revelado plenamente en Jesucristo. Por eso nosotros no ponemos la mente en blanco sino que recurrimos a Jesús en la oración para que El, y sólo El, reine en nuestros corazones.
Ojo:
-Los centros de yogaa suelen ser lugares de promocion abiertamente para las creencias orientales, el hinduismo y la nueva era. Se ofrece literatura, otras reuniones...en la cual el ambiente te va influyendo paulatinamente.
-Los libros de yoga pueden incluir ensenanzas hindues o de la nueva era.
-El Cristiano no debe tratar de poner su mente en "blanco", hacer "mantras" o tener "experiencias" extrasensoriales.
Como le gusta al enemigo de Dios que la gente se relaje y ponga su mente en blanco cuando el esta rodando! Una mente abierta a que entre cualquier espiritu seria facilmente penetrado por el demonio.
-La Oracion Cristiana se centra en Jesucristo Nuestro Senor de manera que la mente se somete a El. No permitimos cualquier intruso.
8.06.2011
Pelicula de San Pedro
7.25.2011
Pelicula de San Agustin -Español- Parte 1 & 2
Esta historia de San Agustin nos muestra la gran misericordia de Dios; nos da entender como su amor, el amor verdadero nos transforma y nos llena cuando nosotros le permitimos entrar y actuar en nuestras vidas. Muchas veces creemos que conocemos el amor, pero la realidad, hasta que no conozcamos, entendamos y tengamos una relacion con quien es amor, y quien posee el verdadero amor y nos da de su amor, jamas lo encontraremos.
San Agustin, nació en Tagaste, pequeña ciudad de la Numidia africano-romana el año 354. Sus padres fueron el pagano Patricio y santa Mónica, la "madre de las lágrimas". Estudió en Tagaste primero y en Cartago después que dejara huellas tan tristes en su juventud por el descarriado camino que recorrió.
"No amaba todavía—nos dice el mismo—y ya deseaba amar". Agustín cayó muy hondo en el pecado y por obra de unos amores prematuros e irregulares tiene un hijo a quien pone el nombre de Adeodato. Durante este tiempo lucha con todas sus fuerzas por descubrir la VERDAD. La buscaba en todas las religiones y en todos los libros, pero ninguno le satisfacía.
En el año 383 parte para Roma y detrás le sigue su madre Santa Mónica, esperando siempre la conversión de su hijo. Sienta cátedra en Milán y allí traba cierta amistad con el arzobispo San Ambrosio que después será uno de los que más influiran en su definitiva conversión. Continua luchando por encontrar la verdad: "Tu me espoleabas, Señor, escribe, con aguijones de espiritu... Tu marcabas mis dichas transitorias"... Por fin llego el dia de su bautismo: 23 de abril de 387 por San Ambrosio.
Desde este momento entra Dios de lleno en su alma. Vuelve a Africa. Muere el obispo Valerio y el 396 le eligen para suplantarlo. Su casa es la casa de todos. Se entrega de lleno al cuidado y formación de sus feligreses de Hipona. Los forma, sobre todo, con sus sólidos sermones y sus fecundos escritos, que son de lo más bello y profundo que se haya escrito por pluma alguna. Trata todos los temas eclesiales o teológicos. En todos goza aun hoy de una gran autoridad doctrinal. Por ello será uno de los Padres y Doctores mas egregios que haya producido la Iglesia en todos sus veinte siglos de historia.
Ahora es cuando Agustín encuentra la paz y la Verdad que tanto buscó y que ni la sabiduría, ni los placeres, ni las riquezas le habían conseguido. Por ello su frase lapidaria: "Señor, nos has hecho para Tí y nuestro corazón está insatisfecho hasta que descanse en Tí". "Tarde te ame, hermosura"... Pero llegó a tiempo. Gastado por Cristo, y con una escuela bien formada, partió a la eternidad el año 430.
Pelicula Parte 1
Pelicula Parte 2
Tarde te amé
poema de San AgustinTarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé. Y he aquí que Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y fuera te buscaba yo, y me arrojaba sobre esas hermosuras que Tú creaste. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo. Me mantenían lejos de Ti aquellas cosas que, si no estuviesen en Ti, no existirían. Me llamaste y gritaste, y venciste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y ahuyentaste mi ceguera; exhalaste tu fragancia, la respiré y ahora suspiro por Ti; te saboreé y ahora tengo hambre y sed de Ti; me tocaste y me abrasé en el deseo de tu paz. Cuando me haya unido a Ti con todo mi corazón, ya no habrá para mí dolor ni aflicción y viva será mi vida, toda llena de Ti. Ahora bien, puesto que Tú haces ligero a quien está lleno de Ti, yo, que no estoy lleno de Ti, soy de peso para mí mismo. Dentro de mí contrastan deplorables alegrías y felices angustias; no sé de qué parte esté la victoria. Ten piedad de mí, oh Señor. En lo más íntimo de mí las tristezas del mal contrastan con las alegrías del bien; y no sé de qué parte esté la victoria. Ten compasión de mí, oh Señor. Yo no escondo mis llagas. Tú eres el médico, yo soy el enfermo; Tú misericordioso, yo miserable… Toda mi esperanza está en tu gran misericordia. Dona, por tanto, lo que me ordenas… ¡Oh, Amor que siempre ardes y nunca te consumes, oh Caridad, oh Dios mío, inflámame! Confesiones de San Agustín |
7.17.2011
Oracion de la Noche.
Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches!, Padre Dios.
que nos ha dado tu amor;
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos,
en tu presencia, mejor.
A la sombra de tus alas,
Padre nuestro, abríganos.
Quédate junto a nosotros
y danos tu bendición.
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches! Padre Dios
gloria al Hijo Redentor,
gloria al Espíritu Santo:
tres personas, sólo un Dios. Amén
Comprender la Importancia de Asistir a la Santa Misa
En la Carta Apostólica Novo millennio ineunte, Juan Pablo II señala las prioridades pastorales de la Iglesia para el comienzo de este nuevo milenio. Entre ellas está la Eucaristía dominical: "es preciso insistir (…) dando un relieve particular a la Eucaristía dominical y al domingo mismo, sentido como día especial de la fe, día del Señor resucitado y del don del Espíritu, verdadera Pascua de la semana" (n. 35).
Posiblemente pertenezcas a una de estas tres categorías de personas:
a) Católico que ibas a Misa con tus padres cuando eras pequeño y un día, durante la adolescencia, dejaste de ir. Fue porque entraste en una crisis: era tiempo de dejar de ir sólo porque tus padres iban y no llegaste a entender por qué debías ir. Estas líneas son para ti.
b) Católico que nunca fuiste a Misa de modo constante. Quizá ni siquiera sabías de la obligación de asistir todos los domingos. Te parece hasta curioso o exagerado que la Iglesia pretenda esa práctica para todos. Estas líneas también son para ti.
c) Católico que va a Misa y, siguiendo el llamado del Papa, quiere ayudar a muchos a volver a sentir la necesidad de esta práctica tan esencial de la vida cristiana. Eres consciente que si cada católico consiguiera por año que un católico no practicante volviera a la práctica de los Sacramentos, conseguiríamos una verdadera revolución en la Iglesia. Estas líneas quieren aportarte algunas ideas que te ayuden en esta tarea.
Lee por favor el siguiente texto despacio, meditándolo.
Los motivos básicos para ir a Misa
Sentando la base de que casi siempre el comenzar a faltar a Misa el domingo responde a una actitud caprichosa, a la que es muy difícil refutar -precisamente por su falta de racionalidad- aquí tienes unas consideraciones sobre el precepto dominical y la importancia de la Misa en tu vida. Está escrito para personas con fe.
1. Porque Dios es tu Creador y debes dedicarle un tiempo semanal a Él.
Es la manifestación de vivir centrado en Dios y en la salvación: vivir el año centrado en la Pascua; la semana, en el domingo; el domingo, en la Misa. No importa cuánto te aburras, tu Creador ha dispuesto que un día de la semana sea para Él: "Acuérdate da santificar el día sábado. Los seis días de la semana trabajarás y harás todas tus labores. Mas el séptimo es sábado, consagrado al Señor tu Dios" (Exodo 20,8-10). Y parece que tiene derecho a tu obediencia. Faltar sería una desobediencia evidente y frontal (decirle a Dios "no te quiero dar mi tiempo"). Y más allá de la obediencia… Dios se lo merece.
2. Porque como miembro de la familia de Dios, debes rendir culto a Dios de acuerdo a tu naturaleza, junto a tus hermanos.
Esto exige que el culto a Dios no sólo sea interior (en tu corazón) sino también exterior (que los demás vean tu fe) y comunitario (dar culto unido a tus hermanos). Es decir, que te reúnas con otros para adorar juntos a Dios. Más allá de tus gustos personales, asistes a Misa no por ti mismo (porque te guste) sino para mostrar tu reverencia al Omnipotente en comunión con los demás. Nuestra relación con Dios tiene una dimensión comunitaria. No basta rezar solo, tampoco en familia, hace falta hacerlo unidos a nuestros hermanos en la fe. En este sentido es un acto de comunión con nuestros hermanos en la fe: compartir lo más importante que tenemos: la Eucaristía, es decir, Cristo mismo. En este sentido, faltar a la Misa sería un desprecio a tus hermanos y una falta de unidad.
3. Porque tienes que obedecer a la Iglesia.
No es cuestión de un capricho del Papa, sino de una necesidad. En el siglo IV, la Iglesia se vio obligada a imponer este precepto para garantizar a sus fieles el mínimo de vida eucarística que necesitan. Tú eres consciente de la importancia que la Sagrada Escritura da a la obediencia… (cfr. Adán y Eva, diluvio, Abraham, Saúl…). Desde esta perspectiva, faltar a Misa es una acto de rebeldía.
4. Porque si no fueras, cometerías un pecado mortal
Y no creo que te quieras ir al infierno por esto. Como sabes, hay un precepto que obliga a los bautizados a asistir a Misa los domingos y fiestas de precepto. Es una obligación grave, de manera que su incumplimiento es una falta grave. No te olvides que un día te morirás y te encontrarás a ese Dios a quien ahora estás tentado de ignorar, para darle cuenta de tu vida.
5. Porque necesitas de la Eucaristía para vivir una vida realmente cristiana.
Es una necesidad vital, de manera que sin la Eucaristía semanal, no te darían las fuerzas espirituales para vivir como un hijo de Dios.
6. Porque sin la Eucaristía no tendrías acceso a la vida eterna.
Jesús no dejó lugar a dudas: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre"; "en verdad os digo, si no coméis la carne del Hijo de Dios y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros"; "el que come mi cuerpo y bebe mi sangre tiene vida eterna" (cfr. Juan 6,30-58)
7. Porque Jesús te invita a su mesa y sacrificio.
Él lo mandó explícitamente a sus discípulos al instituir la Eucaristía: "Haced esto en memoria mía". Asistir a Misa no es más que cumplir este mandato del Señor. Y no es sólo una memoria histórica, es una memoria que lo hace presente. Jesús te invita y se te entrega. No responder, ser indiferente a su llamado, sería un desprecio bastante considerable.
8. Porque viviendo en una sociedad que, en muchos aspectos no es cristiana, la Misa es la primera manera de defender, robustecer y manifestar nuestra fe.
Es necesaria para "proteger" tu espíritu del materialismo sofocante que nos rodea: que tu espíritu pueda al menos una vez a la semana "respirar" un aire espiritual. Además, es el primer testimonio cristiano: los demás necesitan tu ejemplo. ¿Te das cuenta qué testimonio de fe da a los que no creen, quien dice creer y muestra no valorar lo que cree?
9. Porque es mucho mejor ir que no ir.
Puede parecer tonto, pero para quien aspira a lo mejor, bastaría sólo este motivo. Yo no creo que haya un plan más santo y santificante para el domingo.
La contradicción del católico no practicante. Y cómo se llega a serlo
Pocas cosas hay más inconsistentes que el llamado "católico no practicante". Es prácticamente una contradicción de términos. A veces, uno escucha a alguien decirlo de sí mismo, incluso hasta con cierto acento de orgullo, como si definiese su modo de ser católico con un calificativo normal, como si dijese un "católico hispanoparlante". Es decir, como si fuese una variedad normal de católico, una opción más, como si se pudiera ser un "buen católico" no practicante.
Pero si lo piensas, en realidad es un término bastante negativo, que tiene poco de honroso para quien se lo auto-atribuye, ya que significa "un católico que no vive como católico", "un católico que no es un buen católico", "un católico que no parece católico", "un católico que no vive lo que cree" o "que piensa que no vale la pena vivir lo que cree", "cuya fe no es lo suficientemente grande como para vencer su pereza", "un católico que piensa que su fe no es tan importante como para vivirla"; "que piensa que da igual vivir que no vivir su fe", etc.
Un católico que vive como si no lo fuera, que permanece siendo católico sólo en el campo teórico, va perdiendo también la fe, su adhesión a la doctrina católica. Y estos es así, en primer lugar, porque la va olvidando. Es cada vez menos católico. Se cumple lo de San Agustín: "el que no vive como piensa, termina pensando como vive". Su relación con Dios llegará a reducirse a compromisos sociales (bautismos, bodas, primeras comuniones, confirmaciones, funerales…) y necesidades (salud, dinero, trabajo) que sean tan imperiosas como para hacerle acordar que Dios existe y que uno debe dirigirse a Él.
Un problema serio de dejar de ir a Misa, es que significa el comienzo de una religiosidad centrada en uno mismo, en la que lo que Dios manda deja de ser la regla, para ser reemplazado por lo que yo siento, pienso, me cae bien, etc. Una religiosidad frente al espejo. Uno ha dejado de ponerse frente a Dios para ponerse frente a sí mismo. Como consecuencia de abandonar esta cita semanal con lo sagrado, comienza un proceso de insensibilización espiritual: la espiritualidad se va secando, el terreno del alma se va volviendo cada vez más árido para las cosas de Dios, que cada día mueven menos, aburren más, etc. Pecados que antes preocupaban, dejan de preocupar, cada vez son más los días que no reza nada. El alma se va volviendo indiferente, pierde sensibilidad espiritual. Y esto sucede poco a poco. Quien deja de ir a Misa, al principio puede tener la impresión de que no ha pasado nada, de que todo sigue igual, pero no es así. Ha dejado de ser teocéntrico, de vivir centrado en la Eucaristía semanal. Ha desplazado a Dios del centro y esto se paga. Es como el pecador a quien puede parecer que su pecado no tiene consecuencias, pero tarde o temprano descubre que de Dios nadie se burla. Que sí tiene serias consecuencias dejar a Dios.
En el camino para ser un católico no practicante, el punto central es el abandono de la Misa dominical. Nunca encontrarás un motivo positivo para dejar de ir a Misa, que sea virtuoso, es decir que provenga de algo valioso, que dé valor al acto de no ir, que demuestre que es mejor no ir que ir.
Lamentablemente, casi nadie ha dejado de ir a Misa por una decisión serenamente meditada, después de haber pensado y estudiado el asunto, racionalmente decidido que era mejor no ir. Es decir, casi nadie decide dejar de ir a Misa. Lo que pasa es que de hecho se deja de ir, sin saber bien porqué.
El error es bastante común: se deja de ir un domingo por dejadez y pereza, o porque le daba vergüenza confesarse; y como no se confesaba, no podía comulgar; y como no comulgaba se sentía mal en Misa; y como se sentía mal y le daba no sé qué no comulgar, dejó de ir. Y después otro domingo, y uno se acostumbra a no ir, casi sin darse cuenta, y al final algunos tratan de justificar el incumplimiento de este deber básico del cristiano. El argumento final y definitivo para tapar la boca de la madre que insiste para que vayas a Misa es "¡Déjame en paz, vieja!", lo que no parece un argumento muy convincente. No se quiere por nada del mundo que a uno le recuerden el tema… Es normal que muchos quieran no cumplir y olvidarse de que deberían…
Seriamente, ¿te has puesto a pensar qué es lo que Dios quiere que hagas? Si el domingo se te apareciera un ángel y le preguntaras ¿que hago, voy a Misa o me quedo viendo una película? ¿Qué piensas que te contestaría?
Está claro que el más interesado en que no vayas a Misa es el Demonio… De esto no cabe duda.
Motivos comúnmente aducidos para no ir a Misa
1. Pereza.
"Prefiero quedarme durmiendo". En realidad los motivos que siguen son sólo excusas para cubrir este primero. No parece que sea un motivo muy racional, meritorio o valioso.
2. No tengo ganas/No lo siento.
¿Desde cuándo tus ganas son ley que hay que obedecer? ¿Es que tus ganas son más importantes que la voluntad de Dios? Además a Misa no vas porque a ti te guste, sino para agradar a Dios. Se va a Misa a honrar a Dios y no a honrarte a ti. Y si te cuesta… ¿acaso Dios no merece ese sacrificio que incluso hace más valioso y meritorio el acto?
3. Me aburro.
La acusación más frecuente contra la Misa es que es aburrida. Refleja bastante superficialidad, en cuanto que a Misa no vamos a divertirnos. Y es un problema personal, en cuanto que no parece que Dios sea aburrido -es la perfección absoluta-. Además si tanta gente va a Misa con gusto, algunos incluso todos los días, será que algo le ven que a ti se te escapa. La solución será descubrir qué tiene la Misa para que los cristianos la consideren tan importante.
4. Es siempre lo mismo.
Si se tratara de una obra de teatro o de una película, estaría absolutamente de acuerdo contigo. Pero no es una representación teatral. Es algo vivo, que pasa ahora. No eres (al menos no deberías ser) un espectador. Eres partícipe. Imagináte que alguien dejara de asistir a un asado porque en los asados siempre pasa lo mismo… (perdón a la Santa Misa por la comparación).
5. Desinterés.
Las cosas de Dios no me interesan. Si Dios te da igual, tienes un grave problema. Habrá que ver como solucionar la falta de apetencia de lo divino que te hace no apto para el cielo.
6. No tengo tiempo.
No parece que lo que te pide Dios -1 de las 168 horas de la semana- sea una pretensión excesiva. En concreto, quien te creó, te mantiene en el ser y te da lo que te queda de vida -y sólo El sabe de cuánto se trata- se merece el 0,59% del tiempo que Él te da. Si no tienes tiempo para Dios, ¿para quién lo vas a tener?
7. Otros planes mejores.
No parece que a Dios le interese competir con el fútbol, hockey, cine… No te olvides que el primer mandamiento es "amar a Dios sobre todas las cosas". Si tienes otros planes que te importan más que Dios, quizá el problema más que en el tercer mandamiento está antes en el primero.
8. Tengo dudas de fe.
La fe es un don de Dios, con lo cual hay que pedirla. Alejarte de Dios dejando de ir a Misa, no parece el mejor método para resolver dudas de la fe e incrementarla. La frecuencia de sacramentos -confesión y comunión- es la más efectiva manera de aumentar la fe.
9. Estoy enfadado con Dios.
"Hubo algo que pasó en mi vida (la muerte de un ser muy querido, un fracaso muy doloroso, una enfermedad o cualquier otra tragedia) que me hizo enfadarme con Dios: si Él me hace esto… ¿por qué yo voy a ir a Misa? Es la manera de mostrarle a Dios mi disconformidad con la forma de tratarme". Hay quienes dejan de ir a Misa como una manera de vengarse de Dios. Pero, en los momentos de dolor ¿no será mejor refugiarnos en Dios y buscar su fortaleza más que reaccionar como un chiquito caprichoso de tres años? Él sabe mas… Además, acusar de maltratarnos a quien más nos quiere y murió por nosotros … ¿no será demasiado? ¿No seré yo el que pierdo… alejándome de Dios?
10. "Hay gente que va y después se porta mal".
"Yo no quiero ser como ellos", decís seguro de ti mismo. "Además, hay otros que no van, y son buenos". Es evidente que ir a Misa sólo no basta. Pero, no se puede mezclar la física nuclear con el dulce de leche, ya que las dos cosas no tienen nada que ver. En aquellos que van y después no son honestos, lo que es malo es ser deshonestos, no el hecho de ir a Misa, que sigue siendo algo bueno aunque ellos después se porten mal. Además, la causa de su supuesta deshonestidad no es el ir a Misa. Lo mismo se puede decir de los "buenos" que no van a Misa: su "bondad" no procede de su falta de Misa y tan "buenos" no serán si les falta una dimensión tan importante de bondad como la bondad misma, es decir Dios. Por otro lado, yo creo que nadie en el mundo se atrevería a decir que los que no van a Misa son mejores que los que van. Finalmente, esto no es un concurso de bondad, ni comparaciones, sino tratar de determinar cuán bueno es ir a Misa. Y claramente, el dejar la Misa no mejora a nadie, en todo caso lo empeora.
11. No me he confesado y entonces no puedo comulgar.
No es necesario comulgar, ni hay ninguna obligación de hacerlo. No comulgar no es pecado; no ir a Misa, sí. Además el problema se solucionaría bastante fácilmente con una breve confesión…
12. Llevarle la contraria a mis padres.
Ofender a Dios para hacer sufrir a tus padres no parece una actitud muy inteligente.
13. El cura me cae mal.
Por mal que te caiga el cura, no vas a Misa para darle el gusto, ni para hacerle un favor. Él no gana ni pierde nada con tu asistencia o ausencia. El que gana o pierde, eres tú: tu amor a Dios. Además… estoy seguro de que la ciudad en que vives es lo suficientemente grande como para que puedas encontrar alguno que te caiga más simpático…
¿Cómo conseguir pasarlo bien en Misa?
1. El sistema básico consiste, primero, en ir a Misa: nunca nadie ha conseguido valorar la Misa a base de no ir.
2. El segundo punto consiste en tratar de vivir la Misa. Es decir, dejar de estar como una estatua y comenzar a estar atento, responder, rezar, cantar, evitar las distracciones, etc. Es decir, que "gozar" la Misa depende más de ti que de la Misa.
3. Estudiar. No se ha inventado otro sistema para aprender lo que uno no sabe. Para gozar la Misa hay que entenderla, para entenderla hay que saber qué es. Hay muchísimos libros y folletos que los encontrarás en cualquier librería. Y además, tienes los webs católicos como éste en Internet para informarte sin salir de casa.
4. Leer y meditar los textos de la Liturgia. Tiene una riqueza inagotable, de manera que nadie que medite las partes y oraciones de la Misa puede aburrirse. Es absolutamente imposible. No se encuentra un límite, de manera que siempre se les puede sacar nuevos sentidos, matices, dimensiones, etc.
5. Prepararse. Hay oraciones lindísimas para preparar el corazón para tan importante encuentro con Dios.
Texto modificado y acortado del original escrito por el Pbro. Dr. Eduardo Volpacchio
Pedir que se nos conceda la Gracia del Amor y la Perseverancia a la Santa Misa.